El nuevo centro de investigación en biología de la Universidad de Viena se proyectó como una construcción sostenible para hacer frente a los retos del cambio climático. Además de usar materiales no contaminantes, sobre todo se ha apostado por construir un inmueble altamente eficiente a nivel energético.
Para ello, se ha querido contar con las soluciones flexibles de EVOline para las instalaciones eléctricas de un centro con 12.000 metros cuadrados de superficie.
Apostar por la sostenibilidad en la construcción es más importante que nunca. Según la ONU, éste sector económico es el responsable de casi el 40% de las emisiones globales de CO2 y, por lo tanto, un actor determinante. Proyectar edificios con la sostenibilidad en mente también implica desarrollar conceptos con estructuras técnicas versátiles y fácilmente adaptables. Los arquitectos berlineses Karsten Liebner y Marcel Backhaus, en colaboración con el arquitecto Christian Schwarz, de Vasko+Partner, desarrollaron un concepto para este nuevo centro de aprendizaje e investigación que cumple con los requisitos de los inmuebles sostenibles, tanto en los materiales elegidos, como el consumo energético y la infraestructura de la instalación eléctrica e informática.
Gestión responsable de los recursos
El equipo de diseño apostó por la máxima sostenibilidad a la hora de elegir los materiales para la construcción. La fachada de ladrillos recocidos evoca los viejos mataderos situados anteriormente en el terreno que hoy ocupa el centro y es una superficie resistente. De media, este material tiene una duración de más de 120 años, lo cual permite reducir al mínimo las tareas de mantenimiento y de reparación. En el interior del edificio, los arquitectos eligieron usar madera proveniente de explotaciones sostenibles. Además, para aumentar la eficiencia energética, la fachada se complementó con una capa de aislamiento térmico y los largos ventanales se equiparon con con triple cristal y una capa de protección solar. Esto, junto con el sistema de recuperación del calor del aire del laboratorio del edificio destinado a la investigación, se puede ahorrar alrededor de una tercera parte de la energía calorífica necesaria y reducir, así, la demanda energética primaria.
Plantas flexibles para un uso más sostenible del edificio
Ya sean aulas, salas para seminarios u oficinas, los espacios de este nuevo centro dedicado a la biología, que acogerá a más de 5000 estudiantes y a unos 500 empleados, se pueden adaptar al uso que sea necesario. A fin de, por ejemplo, poder convertir los laboratorios en oficinas sin un gran esfuerzo en el futuro, se optó por proyectar plantas flexibles con espacios de tamaño variable. Los tabiques, por un lado, deben tener el mínimo de instalaciones posible. Por otra parte, los arquitectos planificaron la instalación eléctrica y el equipamiento electrónico de tal manera que las oficinas quedaron equipadas con columnas y lo que llamaron «semáforos», que permanecen en su sitio aunque se altere la estructura del entorno y el mobiliario.
Soluciones a medida
En las aulas, la empresa BP-Consult, bajo la dirección de Peter Balzer, ha creado un sistema de suministro eléctrico modular con EVOline Up. Para ello, las regletas con las tomas de corriente se integraron directamente y totalmente en la superficie de la estructura de la mesa. Las primeras tres filas están equipadas con tomas individuales EVOline OneLock integradas en el tablero de la mesa, de forma que los dispositivos electrónicos se pueden enchufar con total comodidad y sin ningún impedimento. OneLock cuenta con un mecanismo que protege contra la extracción súbita de la toma, de tal manera que es especialmente apropiada para espacios como un aula universitaria. En las oficinas, se eligió instalar un sistema variable de tomas de corriente Dock Square encima de las mesas para mantenerlas bien organizadas y con un sistema de suministro eléctrico apropiado. Para mayor seguridad, por debajo de las mesas se puede encontrar una regleta EVOline Express, fabricada con plásticos incombustibles.
Espacio y accesibilidad
Junto con la empresa Rowa-Moser se desarrolló una variante especial de EVOline Vertical que resultó ser una solución óptima para los despachos. Los llamados «semáforos» son columnas electrificadas con una altura de 1,20 metros equipadas con tomas fácilmente accesibles y que, además, permiten ahorrar espacio. La parte superior de EVOline Vertical se configuró con cuatro tomas de corriente y la parte inferior con cuatro tomas de datos y cuatro tomas de corriente PED. De esta manera, la columna queda dividida en dos zonas: la superior puede usarla cualquier persona, pero las tomas inferiores están destinadas exclusivamente al equipamiento PED.
En conjunto, la instalación eléctrica del centro está planificada con la sostenibilidad en mente y pensada para el día de mañana. A fin de cuentas, la pandemia de coronavirus nos ha demostrado la importancia de contar con entornos de trabajo flexibles. Ahora, con los sistemas óptimos y adaptables a múltiples conceptos del espacio, en el nuevo centro de investigación en biología de Viena se podrá estudiar e investigar con total eficiencia en parte gracias a las soluciones inteligentes de EVOline.