Detrás de EVOline® está Schulte Elektrotechnik. Siegfried Schulte inició su actividad como ingeniero en Lüdenscheid en 1964 y a día de hoy sigue trabajando para hacer que la electricidad sea más segura y más inteligente. Con el desarrollo de innovadores interruptores de seguridad, Schulte Elektrotechnik se convirtió en punto de referencia para conceptos de seguridad integrados para dispositivos eléctricos.

Los primeros productos incluían protecciones patentadas para motores, interruptores de tensión nula y dispositivos de hombre muerto que hacían menos peligroso el uso de sierras circulares, cortacéspedes y otros aparatos. Millones de fabricantes los siguen utilizando hoy en día.

El primer interruptor para la columna de dirección de automóviles, que reúne todos los circuitos desde los intermitentes hasta las luces en el volante, es una más de las cerca de 300 patentes registradas por Schulte Elektrotechnik. En 1997, Siegfried Schulte recibió la medalla de oro Rudolf Diesel de manos del entonces Presidente de la República Federal de Alemania, Johannes Rau, por la invención del primer interruptor de seguridad de corriente residual para una aplicación descentralizada y autocontrolada.

Con EVOline®, Schulte Elektrotechnik ha pasado de fabricar interruptores empotrados especiales a suministrar sistemas modulares para conexiones de electricidad y datos. Los productos EVOline® se encuentran no sólo en oficinas y hoteles, sino también en todo tipo de cocinas. Los numerosos premios obtenidos por el EVOline® Plug también han contribuido a la excelente reputación de la marca.

En la actualidad, Schulte Elektrotechnik está presente en todo el mundo con más de 30 distribuidores. Su fábrica local cuenta con unos 150 empleados que trabajan con una fuerte integración vertical y un elevado porcentaje de actividad manual, lo que garantiza la máxima calidad. El equipo de desarrollo, formado por ingenieros creativos, traduce la filosofía de EVOline® en productos y sistemas patentables: distribución eléctrica descentralizada, así como conmutación y protección en el punto de origen del posible fallo.